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El audiovisual histórico cubano en la era global

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José Gabriel Barrenechea

Mi sobrina conoce más detalles de la Guerra de Independencia de Estados Unidos que de las cubanas. La culpa en alguna medida reconozco que es mía: fui yo quien la puso en contacto con muchas de esas excelentes series que sobre aquella gesta ha producido nuestro vecino norteño en los últimos años.

Gracias a John Adams, Hamilton, Sons of Liberty o Turn, Ariadna Barrenechea y no pocos de sus contemporáneos más ilustrados conocen la Cabalgata de Medianoche de Paul Revere, la fundamental labor de Samuel Adams en el arranque de las luchas independentistas en Norteamérica o los detalles del juego de inteligencia que condujeron a la traición del general continental Benedict Arnold.

Ahora, en última instancia, mi única culpa es haber puesto en contacto a Ariadna con un tipo de audiovisual que no existe en su país de origen, sobre su propia historia, o que, si lo hay, es de una calidad pésima e imbuido de una estética o de un discurso quizás muy eficientes en ganar audiencias en 1964, pero que nada tienen que ver con esta nueva generación de cubanitos nacidos después de 1989.

Podría argüirse que el problema es de recursos. Indudablemente, en Cuba, la televisión, el cine cautivo estatal o los realizadores independientes carecen de lo más elemental para realizar producciones semejantes. No obstante, Martí, el ojo del canario de Fernando Pérez, o, en menor medida, La Epopeya del Honor, de Roly Peña, realizados con recursos mínimos, demuestran que no es tan así.

El problema más esencial tiene que ver con la falta de guiones y de novelas actuales sobre el periodo de nuestras guerras independentistas. La mayoría de las series americanas referidas no son otra cosa que adaptaciones de exitosas novelas (John Adams, por ejemplo, lo es de una de David McCullough), ya que en aquel país la historia ha sido siempre un asunto preferido de sus letras. Mas, si de algo se alimenta cualquier literatura histórica es de la reinterpretación del pasado, lo que no se ha podido hacer en la Cuba de Fidel Castro, ya que si de algo se preocupó este desde un principio fue de trazar las directrices básicas sobre las que sus amanuenses históricos le han puesto los detalles a la "única e incuestionable interpretación de la historia de Cuba".

[[QUOTE:En Cuba sería imposible reinterpretar la historia en un audiovisual, puesto que incluso hacer vivir a los personajes históricos resulta un desafío enorme]]En Cuba sería imposible reinterpretar la historia en un audiovisual, puesto que incluso hacer vivir a los personajes históricos resulta un desafío enorme. Solo a un Fernando Pérez, con todo su enorme reconocimiento internacional e innegable maestría creativa, le hemos permitido los cubanos poner a Martí y a Fermín Valdés Domínguez a masturbarse en una escena. Este fenómeno, para ser justos, es un problema que tiene una raíz muy anterior a la llegada de Fidel Castro y su discurso historiográfico al poder. Originado en aquel bien intencionado propósito de no pocos de nuestros caudillos independentistas, empeñados en imitar el buen éxito de la imagen estoica de la que supo armarse George Washington en vida.
Si bien es justo reconocer el peso de esta vieja rémora cultural, también lo es el comprender su escaso papel en nuestra carencia crónica de versiones literarias de los momentos cumbres de nuestra historia, que luego sirvieron para ser llevadas al audiovisual. Los americanos, por ejemplo, aun hoy tienden a mantener a Washington en el reino de la estatuaria. No obstante, la libertad de representación de los demás padres fundadores es de una amplitud impensable en un país como Cuba en que la interpretación de la historia no es más que un intocable discurso oficial teleológico.

En Cuba nadie podría representar al Agramonte que, en medio de su querella con Céspedes, en el momento más crítico de la guerra, amenaza con un algo ñoño "irse a cuidar de sus padres", o a un Maceo con demasiado evidentes tendencias y gustos por el autoritarismo, como en Hamilton se presenta con absoluta transparencia la ambición monárquica de este innegable padre fundador, o como en Sons of Liberty se nos muestran los motivos nada elevados por los que John Hancock llega a convertirse en otro. Hacerlo sería resquebrajar la "necesaria unidad monolítica de la nación ante la amenaza del imperialismo al acecho".

Esta actitud evidentemente convierte a cualquier audiovisual histórico en un bodrio en el que, más que a hombres, los espectadores solo ven desfilar unas ideas de hombres, o, más bien, rígidas estatuas de mármol y bronce. Así se pierde irremediablemente un recurso eficientísimo en la difusión de nuestra historia, y a su vez se deja contraproducentemente que otras culturas más abiertas en la representación del hombre como hombre, y en la discusión libre de sus problemas, inquietudes y aspiraciones, logren ganar las audiencias que nosotros no hemos conseguido interesar con lo propio.


Carlos Amel Oliva: un puñado de vísceras contra un sistema

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Reinaldo Escobar

El 13 de agosto, en el 90 cumpleaños de Fidel Castro, no habrá solo festividades oficiales. Si el joven activista Carlos Amel Oliva se mantiene en su decisión de no ingerir alimentos, ese día cumplirá un mes en huelga de hambre. La cuesta arriba se hace difícil para este opositor: su cuerpo se deteriora y el Gobierno parece sordo a sus reclamos. El miembro de la Unión Patriótica de Cuba (Unpacu) se apaga lentamente sin que sus demandas sean respondidas.

Carlos Amel Oliva comentó a 14ymedio que durante la jornada de este miércoles, el día 22 de su ayuno, sentía mucho dolor "en la rodilla y acidez". Hace dos días recibió un suero de rehidratación en el Policlínico 28 de Septiembre de Santiago de Cuba que le apaciguó "el ardor del estómago", pero ahora vuelve a sufrir "náuseas y mareos". El disidente denuncia que ha estado rodeado durante todos los últimos días de un "fuerte operativo represivo".

A pocos metros de Oliva, en la sede de Santiago de Cuba de la Unpacu, las opositoras Oria Josefa Casanova Moreno y Zulma López Saldaña llevan sin probar bocado desde el 16 y el 18 de julio, respectivamente. Esta mañana recibieron la visita de dos médicos que llegaron desde el policlínico más cercano y que aseguraron que las mujeres debían "ser rehidratadas" cuanto antes.

"Estamos esperando que venga las ambulancias para llevárselas", explica Yriade Hernández Aguilera, miembro del consejo de coordinadores de la organización opositora. Un activista al que apenas le alcanzan los minutos para responder llamadas, atender a los huelguistas y vigilar el operativo que va creciendo allá afuera.

[[QUOTE:Oliva sigue apostando con lograr, a través de sus vísceras vacías, que el andamiaje represivo rectifique y le devuelva sus propiedades. Pero el resultado es incierto y las fuerzas comienzan a fallarle]]Oliva sufrió una confiscación de sus pertenencias el 24 de mayo pasado. Dos laptops, un móvil, un disco duro y un Nanostation (para recibir y repetir señal WIFI) y algo de dinero, fue el saldo de aquel arbitrario despojo en el que sintió que el cielo se le unía con la tierra. En julio volvieron a interceptarlo y junto a una computadora portátil le quitaron un celular Samsung Galaxy S6, 421 dólares, 12 pesos convertibles, un cuchillo de cocina y dos destornilladores.

El 12 de julio Oliva recibió una llamada en que la policía le comunicó que debía esperar a que la Seguridad del Estado lo contactara para la devolución de sus pertenencias, pero la señal nunca llegó. El disidente decidió esa misma noche dejar de ingerir alimentos. Una huelga de hambre que anunció públicamente al otro día, 13 de julio. Los oficiales de la Seguridad del Estado intentaron apaciguarlo en una visita a la Estación de Policía, diciéndole que le devolverían una de las laptops, pero el opositor se mantuvo en sus trece: "O me lo llevo todo o nada".

Oliva, con un hilo de voz y a través de la línea telefónica, cuenta a este diario que "un alto oficial" de la Seguridad del Estado, "alias el Polaco", le aseguró que no "había necesidad" de que hiciera una huelga de hambre. "Con una llamada le hubiésemos devuelto las cosas" era el centro del mensaje que le envió el oficial a través de su padre.

Este miércoles Oliva sigue apostando con lograr, a través de sus vísceras vacías, que el andamiaje represivo rectifique y le devuelva sus propiedades. Pero el resultado es incierto y las fuerzas comienzan a fallarle.

¡No regales tu vida a estos cabrones, compadre!

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Eliécer Ávila

Creo que debo decir en este momento lo que pienso de la situación de los seres humanos que están en huelga de hambre, especialmente de mi amigo Carlos Amel.

En Somos+, siendo respetuosos de las decisiones que ellos tomaron, les enviamos en su momento nuestros mensajes de solidaridad. No porque creamos que la huelga de hambre funcione como método para lograr nada hoy en Cuba, sino, porque nos pareció siempre injusto que la gente de a pie no supiera lo que estaba pasando y los motivos de estas decisiones extremas.

[[QUOTE:Morir por reclamar cosas a un sistema cruel y despiadado que ganaría más con su muerte que con su vida]]Hoy, quiero expresar mi criterio personal, como amigo. Esta no es una declaración oficial del Presidente de Somos+, es la opinión de Eliecer Ávila.

Me muero de dolor cuando veo las imágenes de Carlos, un joven inteligente, padre de dos hermosos hijos y con un futuro por delante, que está en riesgo de sufrir traumas irreversibles, e incluso de morir, por reclamar cosas a un sistema cruel y despiadado que ganaría más con su muerte que con su vida.

Si Carlos fuera miembro de mi organización no le hubiera permitido hacer algo así o, por lo menos, hubiera hecho hasta lo imposible por disuadirlo. Creo que hay muchísimas maneras más eficaces de generar presión, más cuando en teoría se cuenta con miles de activistas en todo el país, como para tener que depender simplemente de la salud, y hasta la muerte, de estos jóvenes para poder avanzar.

Yo no considero el sacrificio de la vida de alguien como un "costo natural" de ninguna batalla política, al contrario, alentar una actitud como esta me parece un crimen, y mucho más hacerlo desde la abundancia de las mesas de muchos que hoy encienden Facebook con mensajes como: "La muerte de estos patriotas abonará el camino de la libertad". Eso es cínico.

No veo cómo puede ayudar en algo la muerte de los líderes que deben motivar a la gente e impulsar los cambios. Siento desde hace días la necesidad de decirlo aunque para algunos no sea correcto políticamente. Hoy no me pude aguantar más.

Nuestra lucha es por la vida, por la familia, por el futuro, por nuestros hijos. Todo eso pierde sentido si nos morimos.

[[QUOTE:No veo cómo puede ayudar en algo la muerte de los líderes que deben motivar a la gente e impulsar los cambios]]Nada material vale que Carlos Amel y cualquiera de los otros deje de respirar. Yo daría con gusto todo cuanto poseo porque un hombre como él viviera y viviera mucho, porque la nación lo necesitará cada vez más. Ya en el pasado muchos patriotas, con sus presiones, empujaron a la muerte a nuestros mejores hombres. Yo no formaré parte del club de los que aceptan o promueven un acto tan horrendo que más que aportar alguna ganancia política, mancharía eternamente no solo nuestra historia, sino nuestras conciencias.

Carlos, amigo, yo quiero asistir a tu valiosa participación en la vida política, no a tu funeral.

¡No le regales tu vida a estos cabrones, compadre!

Te quiero y te respeto siempre.

Eliécer Ávila

Receta para olvidar a Fidel Castro

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Yoani Sánchez

Enciendo la radio y un locutor declama un breve titular: "Fidel Castro, el Gran Constructor". El hombre explica que las más importantes obras del país han salido de esa cabeza que durante décadas cubrió una gorra verde olivo. Cansada de tanto culto a la personalidad, me decido a ver la televisión, pero en el canal principal un abogado detalla el legado jurídico del Máximo Líder y al terminar el programa anuncian un documental sobre "el Invencible Guerrillero".

Durante semanas, los cubanos hemos vivido un verdadero bombardeo de alusiones a Fidel Castro, que se ha ido acrecentando en la medida en que se acercaba la fecha de su 90 cumpleaños este 13 de agosto. No hay pudor ni medias tintas en esta avalancha de imágenes y epítetos.

[[QUOTE:Al hombre que nació en el poblado oriental de Birán, en 1926, lo hemos ido dejando en el pasado, condenándolo al siglo XX, enterrándolo en vida]]Todo este exceso de homenajes y recordatorios es, sin dudas, un desesperado intento de recuperar del olvido al expresidente cubano, sacarlo de esa zona de abandono mediático en que cayó desde que anunció su salida del poder, hace ya una década.

Al hombre que nació en el poblado oriental de Birán, en 1926, lo hemos ido dejando en el pasado, condenándolo al siglo XX, enterrándolo en vida.

Los niños que cursan la escuela primaria nunca han visto al otrora locuaz orador hablar por horas en un acto público. Los campesinos han respirado aliviados de no tener que recibir sus constantes recomendaciones de "Agricultor en Jefe" y hasta las amas de casa agradecen que no aparezca en un congreso de la Federación de Mujeres Cubanas enseñándoles a cocinar con una olla de presión.

La propaganda oficial sabe que los pueblos muchas veces apelan a la memoria a corto plazo como una forma de protegerse. Para muchos jóvenes, Fidel Castro resulta ya tan remoto como un día lo fue para mi madre el dictador Gerardo Machado, que a principios del siglo pasado marcó tan negativamente la vida de la generación de mi abuela. Ningún país puede vivir con la vista fija hacia un solo hombre, así que el desenfoque y la distracción se ha interpuesto entre el ex primer secretario del Partido Comunista y la población de la Isla.

Los seguidores de su figura aprovechan las celebraciones por sus nueve décadas de vida para tratar de erigirle la estatua de la inmortalidad en el corazón de la nación. Lo endiosan, le perdonan sus sistemáticos errores y lo convierten en la cabeza más visible de un credo. La nueva religión lleva como premisas la tozudez, la intolerancia al diferente y un odio visceral –casi como una batalla personal– contra Estados Unidos.

Los detractores de "Él", como lo llaman simplemente muchos cubanos, preparan los argumentos para desmontar su mito. Aguardan el momento en que los libros de historia lo dejen de homologar con José Martí y hagan sobre su trayectoria un análisis descarnado, frío, objetivo. Son esos que sueñan con la era post Castro, con el fin del fidelismo y con la diatriba que caerá sobre su controvertida figura.

[[QUOTE:Los cansados de su omnipresencia son los que le darán el puntillazo final al mito. Lo harán sin algarabía ni actos heroicos]]Los más, sin embargo, simplemente pasan la página y encogen los hombros en señal de hastío cuando escuchan su nombre. Son los que, por estos días, apagan la televisión y fijan la vista en una cotidianidad que niega cada palabra que Fidel Castro dijera en sus encendidas alocuciones, en aquellos tiempos en que planificaba construir la utopía y hacernos hombres nuevos.

Ellos, los cansados de su omnipresencia, son los que le darán el puntillazo final al mito. Lo harán sin algarabía ni actos heroicos. Simplemente dejaran de hablar de él a los hijos, no colgará las fotos en que se le ve con fusil y charretera en las salas de sus casas, ni nombrarán a sus nietos con las cinco letras de su nombre.

La celebración por el 90 cumpleaños de Fidel Castro es en realidad su despedida: desmesurada y agobiante como fue su vida política.

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Nota de la Redacción: Este texto ha sido publicado este sábado 13 de agosto de 2016 en el diario O Globo de Brasil

Yoani Sánchez

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Soy licenciada en Filología, amante de la tecnología, la literatura y el periodismo. Vivo en La Habana y trato cada día de ayudar a construir una Cuba plural, inclusiva donde quepamos todos los cubanos. En estos momento trabajo como periodista y directora de este diario digital 14ymedio.com

Estudié durante dos cursos en el Instituto Pedagógico la especialidad de Español-Literatura. En el año 1995, me trasladé a la Facultad de Artes y Letras donde terminé, después de cinco años, la especialidad de Filología Hispánica. Me especialicé en la literatura latinoamericana contemporánea y discutí una incendiaria tesis titulada “Palabras bajo presión. Un estudio sobre la literatura de la dictadura en Latinoamérica”. Al terminar la Universidad había comprendido dos cosas: la primera, que el mundo de la intelectualidad y la alta cultura me repugnaba y la más dolorosa, que ya no quería ser filóloga.

En septiembre del 2000, me fui trabajar a una oscura oficina de la Editorial Gente Nueva, mientras arribaba al convencimiento –compartido por la mayoría de los cubanos- de que con el salario ganado legalmente no podría mantener a mi familia. De manera que, sin concluir mi servicio social, pedí la baja y me dediqué a la mejor remunerada labor de profesora de español –freelance– para algunos turistas alemanes que visitaban La Habana. Era la etapa (prolongada hasta el día de hoy) en que los ingenieros preferían manejar un taxi, los maestros hacían hasta lo imposible por trabajar en la carpeta de un hotel y en los mostradores de las tiendas te podía atender una neurocirujana o un físico nuclear. En el 2002, el desencanto y la asfixia económica me llevaron a la emigración en Suiza, de donde regresé –por motivos familiares y contra la opinión de conocidos y amigos– en el verano del 2004.

En esos años descubrí la profesión que me acompaña hasta hoy: la informática. Me di cuenta que el código binario era más transparente que la rebuscada intelectualidad y que si nunca se me había dado bien el latín al menos podría probar con las largas cadenas del lenguaje html. En el 2004 fundé junto a un grupo de cubanos –todos radicados en la Isla– la revista de reflexión y debate Consenso. Tres años después trabajo como webmaster, articulista y editora del Portal desde Cuba.

En abril de 2007 me enredé en la aventura de tener un Blog llamado Generación Y que he definido como “un ejercicio de cobardía” que me permite decir en este espacio lo que me está vedado en mi accionar cívico. Ese proyecto personal derivó a un empeño colectivo y de perfil informativo que es el diario 14ymedio.comfundado el 21 de mayo de 2014. 

Mi exorcismo personal también me hizo ganar en mayo de 2008 el premio dePeriodismo Ortega y Gasset en la categoría de trabajo digital. Fui seleccionada por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo en la categoría “Héroes y pioneros” y mi bitácora fue incluida entre las 25 mejores blogs del mundo, en una selección hecha por esa misma revista junto a la CNN. Merecí el premio del jurado en el concurso español  Bitácoras.com y el máximo  galardón en los connotados premios  The BOBs, que incluyen a más de 12 mil participantes de todo el mundo. La revista semanal del periódico El País publicó en su edición del 30 de noviembre una selección de los 100 hispanoamericanos más notables del año; la revista Foreign Policy eligió en diciembre los 10 intelectuales más importantes del año y otro tanto hizo la prestigiosa revista mexicana Gato Pardo. Esta modesta servidora está incluida en todas esas enumeraciones. ¡Mucho más de lo que podría haber soñado cuando comencé a unir frases para subir mi primer post!

Vivo en La Habana, he apostado por quedarme y cada día soy más informática y menos filóloga.


Bares de La Habana

Los destrozos

El desalojo de los cubanos


Las viñetas de 'Garrincha'

Olimpiadas en Río, abandono en La Habana

¿Por qué me he metido en este lío? Diario de una extranjera repatriada 1

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Dominique Deloy

La mía es como la mayoría de parejas mixtas en las que uno de los dos ha tenido la suerte de nacer en un país democrático ‒sí, un país con prensa libre y sistema político pluripartidista, donde se puede expresar una opinión sin miedo a ser denunciado por sus vecinos o reprimido por la policía. Es útil recordarlo en estos tiempo difíciles, con cierta tendencia, al otro lado del Atlántico, a olvidar o renegar de los logros y ventajas de esta democracia aunque, por supuesto, está lejos de ser perfecta y es siempre un ideal por alcanzar‒.

En estos casos, a veces, el cubano o la cubana, que permanece profundamente unido a su Isla, consigue convencer a su pareja de iniciar la "repatriación", llenos de esperanzas por el cambio tras el famoso apretón de manos con el antes enemigo y potencial invasor.

Viene luego el engorroso asunto de los papeles para formalizar el regreso. "Dame tu PRE (Permiso de Residencia al Exterior) y te devuelvo tu residencia permanente", dice el funcionario al ciudadano cubano. En cuanto a la pareja de nacionalidad extranjera, se puede "arreglar" su estancia en Cuba pero después de mucho papeleo y un buen puñado de billetes.

[[QUOTE:En cuanto a la pareja de nacionalidad extranjera, se puede "arreglar" su estancia en Cuba pero después de mucho papeleo y un buen puñado de billetes]]Ya lo dice el dicho: "quien tiene marido, tiene país". Así pues, aquí estamos, aunque no sin cierta inquietud. ¿Cómo podremos adaptarnos, encontrar una actividad profesional, rehacer los lazos con los amigos perdidos durante dos décadas de vida en Francia? También hay que retomar viejas costumbres: hacer cola durante horas bajo un sol ardiente ("¿quién es el último?"), comer la misma cosa y en el mismo momento que otras 10 millones de personas (en este momento, en el agromercado hay: col, habichuelas y aguacates) y, para mí, ser requerida por todos los rincones de la calle en inglés ("mafrende, mafrende") por culpa de mi piel, demasiado clara, o mi ropa, sin duda demasiado parisina.

Además, hay que subir a pie los ocho pisos del edificio porque la mayoría de los días no funciona el ascensor y, lo peor, tragarse las palabras, pensar menos y mantener la boca cerrada. ¿Cómo llegar a encontrar placer en esta isla cuando se ha pasado ya, desde hace demasiado, el estado de embelesamiento por las playas de arena fina, la salsa o los viejos coches americanos? ¿Cuándo dejará Cuba de ser una postal? De momento, cuando mis amigos me preguntan por qué he hecho esta elección tan absurda, solo puedo responderles: "¡el amor, el amor, claro!". Pero siento, sin admitirlo, que nace en mí una cierta inquietud y me pregunto: ¿por qué he tenido que meterme en semejante lío?

Extranjera un día, extranjera para siempre - Diario de una repatriada 2

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Dominique Deloy

¿Cómo hacen los cubanos para saber que no soy de aquí? Llevo la misma ropa que las cubanas (pantalón corto, camiseta y sandalias) y mi piel no es tan blanca en este verano abrasador. Además, me jacto de hablar bastante bien "cubano"... Entonces, ¿por qué sigo sintiendo como un estigma perpetuo, como un "délit de faciès", diríamos en Francia para referirnos a los controles callejeros que se hacen a los inmigrantes sin mayor motivo que su aspecto físico? ¿Por qué estoy obligada a soportar en la calle las continuas llamadas: "Hello, my friend, ¿quieres un taxi, un buen paladar, de dónde vienes? ¿Qué idioma hablas? ¿Quieres ir a la playa?".

¿Por qué no puedo parecer solo normal, una ciudadana como el resto y no un ser casi extraterrestre? ¿Por qué esta etiqueta de turista pegada en la frente, como si estuviera padeciendo una obsesión que consiste en recorrer la Isla una y otra vez? ¿Dentro de diez años seguirán ofreciéndome estatuillas de madera o boinas del Che? ¿Por qué nadie piensa que puedo vivir aquí, incluso trabajar a cambio de un salario cubano?

Pero eso no es todo. Hace unos pocos días, en la Feria de Arte de la Rampa, tuve que pagar 2 CUC para entrar (¡solo para tener el derecho de comprar dentro!). En cambio, a mi pareja solo le cobraron 4 pesos cubanos, o sea, doce veces menos que a mí.

[[QUOTE:Hace unos pocos días, en la Feria de Arte de la Rampa, tuve que pagar 2 CUC para entrar. En cambio, a mi pareja solo le cobraron 4 pesos cubanos, o sea, doce veces menos]]Lo que más me molesta es que todo es implícito, natural, sin mediar palabra, sin explicación, solo al verme la cara. Y así es en cualquier evento cultural, excepto el cine, ¡gracias a Dios!: 2 pesos cubanos para todo el mundo, el único momento en que vuelvo a ser una persona normal.

Creo que hace mucho tiempo, pese a la globalización, una barrera invisible se ha levantado entre Cuba y los países normales, entre los cubanos normales y los extranjeros "extraños". Me cuesta saber si mi estatus de extranjera es más bien positivo o negativo desde la perspectiva de los cubanos, que se muestran generalmente bien dispuestos hacia mí. Existe una barrera, invisible pero inalterable, y no logro saber si los cubanos tienen aprecio por los extranjeros. Felizmente, quedó atrás la época en que mi futuro esposo no tenía derecho a dormir conmigo en un hotel o una casa particular, y aún menos a bucear conmigo en las aguas cristalinas que bañan esta isla, cuando, entonces sí, yo era verdaderamente una turista.

Empieza la migración de las rapaces por el occidente cubano

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Jorge A. Núñez Hernández

Ajenas a crisis económicas, guerras y conflictos políticos; indiferentes a reglamentaciones legales y fronteras, miles de aves rapaces migratorias están llegando al occidente cubano. Algunas de las especies observadas son el halcón peregrino, el milano de Misisipi, el gavilán de Cooper y el águila pescadora. Sin embargo, el milano cola de tijera representa la especie estrella.

Generalmente, las rapaces son aves solitarias y migran solas o en pequeños grupos, pero esta especie en particular puede hacerlo en bandos de cientos de ejemplares. Tiene una belleza muy peculiar, y, debido a su coloración blanca y negra, su cola abierta y su estilizada silueta, podría ser confundida por un desconocedor con algún tipo de gaviota.

Las rapaces son capaces de volar a gran altura. Para migrar pueden valerse de las corrientes de aire ascendente para elevarse sin gastar mucha energía, después se deslizan grandes distancias hasta encontrar otra corriente que las eleve de nuevo.

[[QUOTE:Cuba despierta interés para la ornitología no solo por la riqueza de su biodiversidad, sino por su ubicación geográfica, que la convierte en una zona importante del corredor migratorio de muchas especies de aves]]Cuba despierta interés para la ornitología no solo por la riqueza de su biodiversidad, sino por su ubicación geográfica, que la convierte en una zona importante del corredor migratorio de muchas especies de aves. De manera particular, el Cabo de San Antonio, el extremo más occidental del país, reporta un interés notable por los numerosos avistamientos. Se trata de un lugar de paso, pero en ocasiones las aves hacen estancia, especialmente cuando arriban a una hora avanzada de la tarde. En este caso, es posible verlas por la mañana mientras se alimentan sobre la franja de monte para almacenar energía y continuar su largo viaje hacia el sur.

El monitoreo de las aves rapaces migratorias en Pinar del Río comienza en estos días del año, como viene sucediendo desde 2012, a partir de la implementación del proyecto Migración de Rapaces en el occidente cubano, realizado por el Centro de Investigaciones y Servicios Ambientales Ecovida, en colaboración con la Unidad Empresarial de Base Flora y Fauna de esta provincia, el Instituto de Ecología y Sistemática y el Centro Meteorológico Provincial.

La iniciativa, que se centra en las rapaces como águilas, gavilanes, milanos y halcones, tiene como objetivo contribuir al mejoramiento de la gestión del manejo de áreas protegidas y conservación de las aves que transitan por el occidente de Cuba a través de la determinación de la estructura y composición del corredor migratorio, la incidencia de la variabilidad climática sobre las diferentes poblacionales. Se busca y potencia la implicación de las comunidades locales, a través de tres puntos de observación: Los Pretiles, San Ubaldo y Cabo de San Antonio.

La Península de Guanahacabibes, donde está ubicado el Cabo de San Antonio, es el territorio más joven de Cuba en términos geológicos y cuenta con la categoría de Reserva de la Biosfera. Posee un buen estado de conservación, en gran medida por las leyes que la protegen, a lo que ayuda un cierto aislamiento geográfico, pero también por el trabajo de los guardaparques, especialistas e investigadores del Parque Nacional que la administran. Además de las actividades de conservación, se realizan investigaciones sobre otras especies de interés, marinas y terrestres, como jutías, iguanas o el manatí. También se ha puesto en marcha un proyecto con las tortugas, en el que se registran y protegen los anidamientos de ejemplares marinos en la costa, con la participación de voluntarios y estudiantes.

Las aves rapaces no son las únicas que se reportan en el Cabo. Numerosas especies de paseriformes de gran colorido también arriban al lugar, como cardenales, azulejos, y bijiritas, además de las golondrinas, tradicionalmente asociadas con el fenómeno migratorio. Pero estas no lo hacen de la misma manera que las rapaces. Su pequeño tamaño las obliga a migrar aleteando continuamente, un gran desafío que despierta admiración.

[[QUOTE:En medio del silencio nocturno resulta impresionante cuando, de pronto, se siente sobre el mar la algarabía de voces que anuncia la llegada de las golondrinas]]En medio del silencio nocturno resulta impresionante cuando, de pronto, se siente sobre el mar la algarabía de voces que anuncia su llegada. En la mañana siguiente, un manto multicolor de pequeñas aves saluda el día, posadas sobre el césped que rodea al faro Roncali, erigido por los españoles en 1849. Muchas aves impactan contra la construcción, por lo que resultan heridas o muertas. La migración no escapa de la selección natural, los ejemplares que tienen menos éxito no pasan sus genes a la siguiente generación, lo que garantiza a la larga la sobrevivencia de la especie.

Este proyecto cuenta con el apoyo del Gulf Coast Bird Observatory de EE UU. Una vez más, la ciencia ha funcionado como un lenguaje universal, al igual que la música o las artes plásticas, facilitando el entendimiento por encima de políticas, ideologías, culturas y fronteras, para bien de la naturaleza y el conocimiento.

Las rapaces que tanto nos maravillan por su fuerza, gracia y elegancia, no entienden las complicaciones de los humanos, ni tienen porqué sufrirlas. Aquí las veremos pasar una temporada más. Desde el silencio de la altura, seremos para ellas apenas un punto en el extremo de la Isla.

Las reclamaciones y la democracia

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José Gabriel Barrenechea

La revolución francesa concluyó sólo cuando la aristocracia aceptó respetar las expropiaciones llevadas adelante por ella. Únicamente entonces Luis XVIII pudo recuperar su corona y los émigrés retornar a Francia. De otro modo, el campesinado francés nunca hubiera permitido ni lo uno ni lo otro, a sabiendas de que ello hubiese implicado mantener al país en la extrema anormalidad napoleónica.

Tras una revolución ya no se puede volver al instante previo a su estallido, y es por eso necesario transar con los beneficiados de esas transformaciones si es que se quiere recuperar la convivencia social.

No resulta muy congruente, al menos en términos de discurso democrático, pretender que el Gobierno de EE UU condicione el levantamiento del embargo a que La Habana acepte la devolución de bienes expropiados por el Gobierno revolucionario, o en todo caso, el pago de indemnizaciones por ellos, a ciudadanos americanos y a quienes eran ciudadanos cubanos en el momento de la expropiación. No es muy congruente porque ello, en primerísimo lugar, implicaría negociar con el Gobierno de Cuba de espaldas al pueblo. Un Gobierno al cual, al menos en el discurso mediático, se le mantiene el embargo por su naturaleza dictatorial.

Desde hace bastante, sospecho que las verdaderas intenciones detrás de la imposición y posterior mantenimiento del embargo no han tenido nunca que ver con la democratización de Cuba, sino más bien con los intereses afectados por las expropiaciones.[[QUOTE:Igual que el embargo es asunto sólo de la incumbencia del Congreso de EE UU, el de las reclamaciones por lo expropiado por la Revolución solo puede ser definido por el pueblo cubano en un referendo]]

Igual que el embargo es asunto sólo de la incumbencia del Congreso de EE UU, el de las reclamaciones por lo expropiado por la Revolución solo puede ser definido por el pueblo cubano en un referendo precedido por una abierta discusión del asunto, en el seno de la sociedad cubana transnacional, nunca en conciliábulos secretos entre un gobierno extranjero y el régimen post-revolucionario de La Habana, que cada día da más muestras de estar dispuesto a todo con tal de conservarse en el poder, incluso a echar atrás avances sociales conseguidos por la anterior Revolución del 30.

Democracia primero y discusión de las reclamaciones después, este es el único orden legítimo y aceptable en la transición ya en marcha para los cubanos de acá adentro, más de las dos terceras partes de la sociedad transnacional que hoy somos.

¿Que con esta secuencia se viola el sagrado principio de la inviolabilidad de la propiedad? Quizás, pero no el aún más sagrado de la soberanía popular.

En todo caso, cuando se dictaron las leyes de Reforma Agraria y de Reforma Urbana regía en Cuba la Ley Fundamental del 7 de febrero de 1959, la cual era en definitiva una adaptación casi literal de la Constitución de 1940 a las características del llamado Gobierno revolucionario. Constitución vigente en lo profundo del espíritu de la nación, entonces y aún hoy, por encima de ese pésimo engaño: el Supremo Papel Higiénico de 1976. Constitución que había sido la bandera de lucha de todas las fuerzas democráticas y progresistas que habían hecho la Revolución, consensuada libremente por todos los cubanos, y en la que se deja bastante claro, en su artículo 87, que la propiedad privada no es intangible, sino que tiene una función social, por lo que la comunidad democrática puede disponer de esa propiedad privada en base a sus necesidades públicas o al interés social.

Por lo demás, el realismo político aconseja hacer borrón y cuenta nueva, al menos con esa parte de lo expropiado que fue a parar a manos de particulares. ¿Con qué otro capital cuenta el cubano de la Isla para enfrentar la transición más que con el terrenito donde vive, o en el que siembra, o pasta su ganado? Si hay en Cuba una propiedad absolutamente sagrada es la pequeña propiedad, que en muchos casos procede de las Leyes de Reforma Agraria y Urbana, y en otros del usufructo actual. Con la posesión de la tierra lo primero que debe hacerse, en una transición de verdad a la democracia, no a la plutocracia, es convertirla en propiedad efectiva e inembargable, por encima de a quién haya pertenecido la parcela en cuestión antes de mayo de 1959.

Gusanos

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Milena Rodríguez Gutiérrez

Hace unos meses, en una clase en la Universidad de Granada, un estudiante hacía una exposición sobre La fiesta vigilada, ensayo del escritor cubano Antonio José Ponte. Al estudiante no le había gustado el libro, sin duda, complejo y muy duro con la dictadura cubana. Para expresar sus críticas, no se le ocurrió otra cosa que llamar gusano al autor. Lo dijo con naturalidad, con inocencia, incluso. Al terminar la intervención, le pregunté por qué había utilizado el término "gusano" y qué sabía de esa palabra. Me respondió que acababa de escuchársela a una profesora, quien le dijo que así se llamaba en Cuba a los contrarrevolucionarios. ¿Es que la palabra tenía alguna connotación peyorativa?

Recordé esta anécdota mientras leía el blog de un periodista de Público, que defiende en su escrito al actor Willy Toledo, quien, hace pocos días, llamó gusano a Orlando Ortega, el atleta español nacido en Cuba ganador de medalla de plata en los Juegos de Río. Según el periodista, gusano "es como se denomina a los cubanos contrarios al castrismo que emigran de la Isla opositando, sobre todo, desde Miami". Y añade: "El término, aún siendo despectivo, está tan normalizado en Cuba que nada tiene que ver con el insulto que utilizamos en España para describir a alguien vil y despreciable".

[[QUOTE:Es cierto: el término en Cuba está completamente normalizado. Y eso es precisamente lo horrible]]Normalizado. Eso escribe David Bollero, el bloguero periodista de Público, sin saber lo que dice. Porque es cierto: el término en Cuba está completamente normalizado. Y eso es precisamente lo horrible. Que en Cuba se le puede llamar gusano a cualquiera con normalidad. Y, como bien dice Bollero, esto no significa lo mismo que en España. Ojalá lo significara. Porque por supuesto que no se trata de un simple insulto. Gusano puede significar -ha significado durante muchos años, sigue significando todavía hoy- perder tu trabajo. O tu casa. O tu familia. O ser detenido. O golpeado. O pisoteado. O ir a la cárcel. O no poder volver a tu tierra.

Ser gusano en Cuba significa que has perdido la humanidad que se te había, generosamente, asignado. Significa la deshumanización y la animalización del diferente, lo que justifica su aniquilación. Ser gusano en Cuba es como ser una rata judía en la Alemania nazi. Algunos deberían leer a Art Spiegelman: "La deshumanización es crucial para el proyecto de aniquilación". Y sigue: "Zyklon B, el gas empleado en Auschwitz [...] era un pesticida para matar bichos o cucarachas".

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Nota de la Redacción: esta columna ha sido publicado previamente en Granada Hoy. La reproducimos con la autorización de la autora.


Las letras de Santa Clara se fugan para Miami

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José Gabriel Barrenechea

El éxodo de destacadas personalidades de las letras villaclareñas ha empañado en esta provincia los festejos por el 55 aniversario de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac). Como en la antológica escena de Memorias del subdesarrollo, en que Sergio comenta sarcásticamente la famosa frase de Ernesto Guevara con la que tropieza en un muro lejano a través del teleobjetivo de su cámara fotográfica, la vanguardia literaria de Villa Clara ha echado a andar y no parece que vaya a detenerse hasta haber conseguido largarse completa para Miami.

En junio fueron el poeta y ensayista Pedro Llanes y su esposa, la también escritora Silvia Padrón, quienes al arribar a EE UU invitados a los eventos de la Asociación de Estudios Latinoamericanos decidieron acogerse al estatus de refugiado político. Con ello, al parecer, daban comienzo a una nueva oleada de escapes del primer territorio libre de América, país más culto del mundo, faro y guía de la intelectualidad progresista, que ahora también ha arrastrado consigo a la poetisa Isaily Pérez.

Pedro Llanes, miembro de la generación poética de los ochenta y una de las más importantes voces de la poesía cubana actual, decidió marcharse porque aquí pasaba hambre, según confesó al llegar a EE UU. Da la medida de las necesidades a que se enfrentaba la pareja el hecho de que tomaran la difícil y peligrosa decisión de dejar atrás a su hija pequeña.[[QUOTE:Ante el éxodo en marcha algunos aprovechan para hacer sus apuestas a quién sigue]]

Aunque autor de una obra algo alejada de su realidad y con un casi nulo activismo cívico o político, Llanes ha estado en el ojo de las autoridades de la Isla por algunas de sus amistades. Todavía se recuerda en los corrillos literarios de Santa Clara la madrugada en que alguien que no quiso identificarse lo citó por teléfono a la sede de la Seguridad del Estado. Pedro, poco menos que aterrado, puso en pie a esas horas a medio mundo, entre ellos a Abel Prieto, a quien los mandos de la policía política en esta provincia aseguraron que ellos no habían hecho semejante llamada, y que lo más seguro es que todo no pasara de una broma pesada, algo bastante poco creíble en un país en que muy pocos se atreven a usar en sus bromas el nombre de una institución famosa por sus amplísimos poderes sobre vidas y haciendas, y a quien su absoluto control sobre las líneas telefónicas le permite identificar con facilidad a semejante bromista.

Isaily Pérez llegó a EE UU a principios de este mes en una visita personal, según trascendidos ya con intenciones de "probar a quedarse". Destacada figura del régimen hasta hace muy poco, diputada de la Asamblea Nacional, a cuyo asiento renunció antes de marcharse, había logrado ingresar al Partido ya desempeñándose como escritora profesional, algo realmente muy difícil de lograr en la Cuba de Fidel. Recordemos el caso de Lisandro Otero, quien, a pesar de su grueso catálogo de infamias, nunca se le concedió tal privilegio.

Autora de obras destacables muy influidas por poetas como Alejandra Pizarnik, Isaily se desempeñó durante años primero al frente de la editorial Sed de Belleza y luego de Cápiro. Fue precisamente mientras dirigía esta última que consiguió su más perdurable logro intelectual: el premio de la crítica por Lecturas y relecturas, una compilación de Roberto González Echevarría, exiliado y catedrático de la Universidad de Yale, quien accedió a que fuera publicada en la editorial insignia de su provincia de nacimiento.

Ante el éxodo en marcha algunos aprovechan para hacer sus apuestas a quién sigue, otros previsoramente se fotografían con algún que otro compañero del gremio, no sea que también desaparezca súbitamente. Y no pocos preparan en secreto sus maletas.

Victorias del alma y el espíritu

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José Azel

Cuando a Elie Wiesel le fue conferido el Premio Nobel de la Paz, en 1986, el comité de los premios lo llamó "mensajero de la humanidad". El judío americano nacido en Rumania, escritor, profesor, activista político y sobreviviente del Holocausto, es autor de 57 libros, el más famoso Night, sobre sus experiencias como prisionero a los 15 años en los campos de concentración de Auschwitz y Buchenwald.

En Auschwitz fueron asesinadas su madre y una de sus hermanas. Su padre murió en Buchenwald. En Night, Wiesel –tatuado como prisionero número A7713– comparte la vergüenza que sintió al escuchar los gritos de su padre cuando lo golpeaban y él no podía ayudarlo. Pero más tarde escribió: "Hay victorias del alma y el espíritu. A veces, aun perdiendo, se gana".

El profesor Wiesel dedicó su vida a hablar en defensa de las víctimas de la opresión. Su reciente fallecimiento debe recordarnos su enseñanza: "Puede haber momentos en que no tengamos poder para prevenir injusticias, pero nunca debe haber momentos en que no seamos capaces de protestar".[[QUOTE:"Puede haber momentos en que no tengamos poder para prevenir injusticias, pero nunca debe haber momentos en que no seamos capaces de protestar"]]

Igualmente, Oscar Elías Biscet es un prisionero de conciencia cubano que cumplió más de 12 años en fétidas prisiones de Castro y simboliza la lucha por la libertad. Biscet es un cristiano devoto, un médico y hombre de paz, que mientras estaba injustamente encarcelado soñaba despierto con visitar Tierra Santa. En 2007 fue condecorado por el presidente George W. Bush con la Medalla de la Libertad, y en 2011, propuesto para el Premio Nobel de la Paz. Su coraje ejemplifica la victoria del alma y el espíritu proclamada por Wiesel.

Recientemente tuve el privilegio de acompañarle en un viaje en ese Israel tan querido por Wiesel, donde pudimos llamar la atención sobre la naturaleza totalitaria del régimen cubano, que sistemáticamente viola los derechos civiles y suprime la oposición política brutalmente. Nuestro mensaje al pueblo judío reflejó la advertencia de Wiesel de que el silencio otorga el consentimiento. Es una lección que la nación judía conoce bien: "Debemos tomar posiciones. La neutralidad ayuda al opresor, nunca a la víctima. El silencio estimula al torturador, nunca al torturado".

Es una lección que parece haberse perdido en la manera en que la nueva política de EE UU hacia Cuba acoge al opresivo régimen de Raúl Castro, solamente con comentarios superficiales sobre violaciones de derechos humanos en Cuba. No es indigno defender un nuevo enfoque, como buscan el presidente Barack Obama y quienes le apoyan. Sin embargo, es inaceptable y profundamente ofensivo a nuestros valores que el nuevo enfoque excluya deliberadamente la condena de los opresores. Esa nueva política implica que los cubanos deben resignarse a aceptar una vida sin libertad.[[QUOTE:En la nueva relación EE UU-Cuba, la palabra libertad y cualquier crítica sustantiva del régimen de La Habana se han convertido en políticamente incorrecto en círculos oficiales]]

En la nueva relación EE UU-Cuba, la palabra libertad y cualquier crítica sustantiva del régimen de La Habana se han convertido en políticamente incorrecto en círculos oficiales. El presidente Obama, en sus comentarios en Naciones Unidas con relación a Cuba, evitó utilizar la palabra libertad y lánguidamente declaró lo obvio: "Continuamos teniendo diferencias con el Gobierno cubano. Continuamos firmes por los derechos humanos. Pero abordamos estos asuntos a través de relaciones diplomáticas, incremento del comercio y vínculos pueblo-a-pueblo".

Esa declaración no es una fuerte defensa del oprimido pueblo cubano, y bordea la indiferencia. Reconoce que la lucha por la libertad del pueblo cubano ha sido relegada a una posición subordinada. El incremento del comercio y del turismo son ahora la luz rectora.

La consecuencia natural de esta estrategia es la legitimación, y quizás la perpetuación, de la tiranía cubana.

Quienes apoyan eso, entre ellos paisanos cubanoamericanos que parecen haber perdido la brújula moral hacia la libertad, sostienen que esa nueva política busca mejorar el bienestar del pueblo cubano. Pero bienestar y libertad no son conceptos mutuamente excluyentes. Defender uno no obliga a dejar de defender el otro.

Erradicar el término libertad de las discusiones políticas sugiere que hemos abandonado el principio americano fundamental de ser la voz de los pueblos oprimidos. "La indiferencia es la personificación del mal", nos recordaría Elie Wiesel.

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Nota de la Redacción: José Azel es investigador senior en el Instituto de Estudios Cubanos y Cubanoamericanos de la Universidad de Miami y autor del libro Mañana in Cuba.



Verde y con puntas, un cactus

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Reinaldo Escobar

El despido del periodista José Ramírez Pantoja de la emisora Radio Holguín por haber publicado en su blog una intervención de la subdirectora de Granma, Karina Marrón, ha desatado una interesante polémica que en virtud del secretismo que reina en la prensa cubana no ha salido de las redes sociales y los espacios digitales.

No intento ponerme en la piel de Ramírez Pantoja. Hace ya 28 años caí lanzado al mismo saco cuando fui expulsado del periódico Juventud Rebelde acusado de entregar textos con doble lectura en los que pretendía enfrentar a las nuevas generaciones con la dirección histórica de la Revolución. Pero, a pesar de mi justificada reputación de vanidoso, no vengo aquí para hablar de mí, sino de lo que se siente en una situación semejante.

El atrevimiento de quienes osan criticar o difundir una crítica suele estar cimentado en la infinita confianza de que los señalamientos expresados van a contribuir a mejorar la situación. Advertir a tiempo de que "este no es el camino" es una grave responsabilidad que solo se asume cuando se supone que el guía que nos conduce nos escuchará, porque cree en nuestra buena fe. Decir públicamente una verdad necesaria, desobedeciendo la orden de quienes imponen el silencio, es no solo un gesto de valentía, sino sobre todo de honestidad.

[[QUOTE:Decir públicamente una verdad necesaria, desobedeciendo la orden de quienes imponen el silencio, es no solo un gesto de valentía, sino sobre todo de honestidad]]Cuando la respuesta a la crítica es el castigo, cuando el ensoberbecido guía dispone la expulsión de la tropa de aquel que cuestionó sus decisiones, cuando la verdad expuesta es obligada a enmascararse porque su desnudez ofende a quienes se sienten perjudicados, entonces al atrevido crítico solo le quedan dos caminos: o se retracta o tira la puerta.

Alguien dijo una vez que la oveja descarriada que se escapa podrá volver al corral, pero jamás regresará al rebaño. La manada de obedientes solo puede ver en su rebeldía malas intenciones o aviesos propósitos de traición. Con esa sombría admiración que se esconde detrás de la envidia se mantendrán atentos a la decisión final del pastor.

Si sacrifican al insumiso, chillarán alegres mientras aplauden el veredicto, si sobreviene el perdón, o mejor aún el reconocimiento a que José Ramón estaba en lo cierto, que hizo lo correcto, se le acercarán sumisas a darle palmaditas en el hombro, mientras a sus espaldas comentarán que todo estaba preparado, que todo era una oscura operación de las altas esferas del poder.

De verdad, que no quisiera estar en la piel de este periodista holguinero.

Extremista hoy, demócrata mañana

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Yoani Sánchez

En el aula universitaria aquella estudiante era de las más combativas en los años noventa, hasta que logró una beca en España y hoy me escribe preguntándome: "¿Por qué aguantan tanto y no se rebelan?". De furibunda militante de la Unión de Jóvenes de Comunistas (UJC) pasó a labrarse una historia de luchadora clandestina por la democracia que debió escapar porque en esta Isla ya "poco podía hacerse".

He evocado por estos días la historia de esta colega que trastocó a toda velocidad su ideología al leer la intensa polémica suscitada por la sanción laboral contra el periodista José Ramírez Pantoja de la emisora Radio Holguín. El joven reportero publicó en su bitácora digital una intervención de la subdirectora de Granma, Karina Marrón, donde definía las condiciones económicas y sociales actuales como la base para una "tormenta perfecta".

Junto a la medida disciplinaria consistente en la separación definitiva de su cargo en la emisora, Pantoja ha debido padecer un proceso de descalificación pública que alcanzó su clímax en un texto firmado por Aixa Hevia, vicepresidenta primera de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec). La funcionaria lo acusa de querer "buscarse un historial que le permita cruzar hacia los medios de Miami". Quizás una proyección de lo que ella misma podría hacer si se le presentara la oportunidad.

No será la primera vez que un rostro muy conocido del periodismo oficial termina "cruzando el charco" y aclarando del lado de allá que lo que hizo fue porque "en ese momento creía, pero ya no". Los mayores extremistas que he conocido en mi vida han terminado así: enterrando sus atuendos rojo o verde olivo, sin entonar la autocrítica que aliviaría en algo a las víctimas que causaron con sus arranques.

[[QUOTE:Con el tiempo, si acaso, los instrumentos de la censura como Aixa Hevia sufren un proceso de amnesia selectiva y olvidan todo el daño que hicieron a quienes se mostraron más honestos y consecuentes]]Con el tiempo, si acaso, los instrumentos de la censura como Aixa Hevia sufren un proceso de amnesia selectiva y olvidan todo el daño que hicieron a quienes se mostraron más honestos y consecuentes. Dejan tras de sí una estela de colegas a los que han delatado y ayudado a defenestrar, sin siquiera enviarles una escueta nota de disculpa o condolencia.

Pantoja no es, en este caso, quien se está labrando un "historial", sino los sectarios como la vicepresidenta de la Upec, que es capaz de emprenderla justo contra quien debería defender. Como representante del gremio periodístico, tendría que proteger a su compañero, en lugar de ayudar a hundirlo. Pero ha preferido actuar en sintonía con la censura antes que solidarizarse con un profesional que solo defendió la libertad de prensa, la transparencia informativa y el derecho a que los lectores estuvieran enterados de lo que opinan los periodistas.

No se trata de especular si Pantoja ejercerá su soberano derecho de desempeñarse como periodista en otro país, porque en el suyo se lo prohíben. Parece más probable que algún día sea Aixa Hevia la que trastoque su camaleónica piel para ajustarla al color de turno, a los dictámenes del próximo poder del que quiera comportarse como mero instrumento.

Yoani Sánchez

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Soy licenciada en Filología, amante de la tecnología, la literatura y el periodismo. Vivo en La Habana y trato cada día de ayudar a construir una Cuba plural, inclusiva donde quepamos todos los cubanos. En estos momento trabajo como periodista y directora de este diario digital 14ymedio.com

Estudié durante dos cursos en el Instituto Pedagógico la especialidad de Español-Literatura. En el año 1995, me trasladé a la Facultad de Artes y Letras donde terminé, después de cinco años, la especialidad de Filología Hispánica. Me especialicé en la literatura latinoamericana contemporánea y discutí una incendiaria tesis titulada “Palabras bajo presión. Un estudio sobre la literatura de la dictadura en Latinoamérica”. Al terminar la Universidad había comprendido dos cosas: la primera, que el mundo de la intelectualidad y la alta cultura me repugnaba y la más dolorosa, que ya no quería ser filóloga.

En septiembre del 2000, me fui trabajar a una oscura oficina de la Editorial Gente Nueva, mientras arribaba al convencimiento –compartido por la mayoría de los cubanos- de que con el salario ganado legalmente no podría mantener a mi familia. De manera que, sin concluir mi servicio social, pedí la baja y me dediqué a la mejor remunerada labor de profesora de español –freelance– para algunos turistas alemanes que visitaban La Habana. Era la etapa (prolongada hasta el día de hoy) en que los ingenieros preferían manejar un taxi, los maestros hacían hasta lo imposible por trabajar en la carpeta de un hotel y en los mostradores de las tiendas te podía atender una neurocirujana o un físico nuclear. En el 2002, el desencanto y la asfixia económica me llevaron a la emigración en Suiza, de donde regresé –por motivos familiares y contra la opinión de conocidos y amigos– en el verano del 2004.

En esos años descubrí la profesión que me acompaña hasta hoy: la informática. Me di cuenta que el código binario era más transparente que la rebuscada intelectualidad y que si nunca se me había dado bien el latín al menos podría probar con las largas cadenas del lenguaje html. En el 2004 fundé junto a un grupo de cubanos –todos radicados en la Isla– la revista de reflexión y debate Consenso. Tres años después trabajo como webmaster, articulista y editora del Portal desde Cuba.

En abril de 2007 me enredé en la aventura de tener un Blog llamado Generación Y que he definido como “un ejercicio de cobardía” que me permite decir en este espacio lo que me está vedado en mi accionar cívico. Ese proyecto personal derivó a un empeño colectivo y de perfil informativo que es el diario 14ymedio.comfundado el 21 de mayo de 2014. 

Mi exorcismo personal también me hizo ganar en mayo de 2008 el premio dePeriodismo Ortega y Gasset en la categoría de trabajo digital. Fui seleccionada por la revista Time entre las 100 personas más influyentes del mundo en la categoría “Héroes y pioneros” y mi bitácora fue incluida entre las 25 mejores blogs del mundo, en una selección hecha por esa misma revista junto a la CNN. Merecí el premio del jurado en el concurso español  Bitácoras.com y el máximo  galardón en los connotados premios  The BOBs, que incluyen a más de 12 mil participantes de todo el mundo. La revista semanal del periódico El País publicó en su edición del 30 de noviembre una selección de los 100 hispanoamericanos más notables del año; la revista Foreign Policy eligió en diciembre los 10 intelectuales más importantes del año y otro tanto hizo la prestigiosa revista mexicana Gato Pardo. Esta modesta servidora está incluida en todas esas enumeraciones. ¡Mucho más de lo que podría haber soñado cuando comencé a unir frases para subir mi primer post!

Vivo en La Habana, he apostado por quedarme y cada día soy más informática y menos filóloga.


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